Entre copas

Tengo una manía nueva y no sé si empezar a preocuparme, iniciar un tratamiento, o adoptar más bien una actitud de "dale que va".

Bah, no es nueva-nueva. Lleva ya unos años, pero últimamente vengo notando como una escalada, como un agravamiento.

Les cuento.

Me gusta el vino. Me gusta mucho. No voy a andar mintiendo que puedo diferenciar un Patrón Santiago de un Carmelo Patti, pero sí sé distinguir entre un Callia Alta y un Toro Viejo, y eso ya es algo que muchos no pueden decir. No tomo cerveza porque le tengo alergia (sí, a-ler-gia; no es joda), así que con el vino me llevo fenómeno. ¿Una cena? Vinito. ¿Nos juntamos a tomar algo con los pibes? Ellos tomarán cerveza y yo me pido un vinito (compartido con otro, en lo posible, no sea cosa de caer redondo a las siete de la tarde). ¿Un DVD nuevo de The West Wing? Vinito.
Pero sólo puedo tomar vino en copa de vino.

Así nomás.

Es como una tara. Un bloqueo. Si me das vino en vaso, me cuesta tomarlo. Me da como asquete. Como que tiene otro gusto.

En los restaurantes finolis, ningún problema. Siempre hay copas. Se complica un poco en comederos mediopelo. Generalmente tienen esas copas chotas, de vidrio verde, que en realidad son vasos con pie. No son copas. Pero bue. Tabién.

También frecuento bodegones de esos jodidos, que sólo tienen vasos (de esos rayaditos). No tienen copas, ni "vasos-copa". Pero tampoco lo que te sirven es vino, así que compensa. Si te clavás un Vasquito con hielo tampoco da como para pedir una copa Riedel, así que dejate de joder: asumí que eso no es vino y entonces podés tomarlo en vaso.

En la casa de mis viejos, por ejemplo, tomamos vino. Pero ellos toman en vaso, como la gente normal. Y yo, disimuladamente me levanto, voy hasta el modular ése que está en el living desde de que yo naciera, abro la puerta de la izquierda y saco una copa de cristal del año del pedo, herencia de alguna bisabuela fina y borracha.

Ya sé que algún comentarista refinado me dirá: "Pero claro, Lacanna... Es sabido que la forma de la copa, la apertura de su boca, influye en el sabor del vino. Tiene que ver con la distribución de las papilas gustativas en la superficie de la lengua; es usted de gustos muy exquisitos"...

Pero nnnnno, no. Eso ya lo sé. Una vez en el Club del Vino me hicieron una demostración de eso, haciéndome probar el mismo vino en copas bien distintas y los resultados fueron asombrosos. Hacíamos todos: "uhhhhhhhhhhhh, qué loco".

Pero no es eso...

Sí, hay una mínima diferencia de gusto, pero nada que te impediría tomarte un buen vino hasta en un jarrito de campamento.

No es eso. Es otra cosa... Es más psicológico. No creo ser snob. Creo que soy cualquier cosa menos snob.

Es... No sé...

¿Le pasa a otros?

¿Es grave, doctor?