jueves, 11 de junio de 2009

Diario de viaje. Parte I.

Querido diario:

Disculpa que no haya escrito en ti desde hace ya mucho tiempo. Debes comprender que en estos días ando muy atareado. Otro motivo puede ser el hecho de que nunca en mi puta vida he tenido un diario, por lo que tampoco deberías sentirte demasiado ofendido…

Aquí estamos, en Reading, Berkshire, Reino Unido.




Llegué el domingo por la mañana, después de haber cruzado el Oceáno Atlántico en el vuelo más choto del que tenga memoria la historia de la aeronavegación comercial, INCLUYENDO los de las torres gemelas y el de Air France de hace poquito. Trece horas de codazos, ronquidos, gente aterrorizada, y chicos que volaban por primera vez y que saludaban cada nube, cada turbulencia y cada campanita de ajustarse los cinturones con un entusiasmo más propio de un parque de diversiones que de un vuelo nocturno con gente que quería dormir. Ni el cóctel de Rivotril y Chivas Regal ni las trompadas que me pegaba en la sien a intervalos regulares lograron noquearme, por lo que me dediqué a mirar películas en la pantallita individual de mi asiento. Lamentablemente, todas las películas estaban dobladas al castellano, por lo que me miré una película con Nicole Kidman y Hugh Hackman que parecía haber sido dirigida por Almodóvar.

Llegué al aeropuerto de Madrid a las dos de la mañana (hora de local de vaya uno a saber dónde) y ahí tuve que esperar el vuelo que me depositaría dos horas después (pero sólo UNA hora después, según los husos horarios) en el aeropuerto londinense de Gatwick.

Llegué sin dormir desde hacía 48 horas, transpirado hasta el culo, oliendo a maní, con jet lag, sueño y descompostura. Pero en el aeropuerto me estaban esperando los dos caballeros ingleses que me habían invitado, gente muy profesional, muy cordial y muy british con quienes me une una relación –también- muy profesional, muy cordial y muy british, por lo que me dediqué a putear únicamente en criollo, como para que no me entendieran.

Mis dos anfitriones me llevaron hasta el hotel para refrescarme un poco para luego ir a un almuerzo (o merienda, o cena, o desayuno, qué se yo) de bienvenida. Cuando entré a mi habitación me dieron ganas de tirarme en la cama, mandar a la mierda la relación muy profesional, muy cordial y muy british, y quedarme allí hasta que me deportaran. Tremendo hotel 4 estrellas, con esas camas altas y mullidas y con sábanas blanquísimas y frigobar y bañadera con dos mil pelotudeces de shower gel, foam bath y esponjas artesanales, y vista al río Támesis, lleno de cisnes, patos y universitarios practicando remo.





Pero tuve que volver a bajar para encontrarme con mis anfitriones y pese al pedo mental que yo portaba me las ingenié para mantener una conversación en inglés bastante fluida, mientras me manducaba a desgano un Sunday Roast, consistente en roast beef, papas, guisantes, Yorkshire pudding y salsa de rábano picante. Todo acompañado con un agua mineral. Con el cansancio y las 48 horas sin dormir que llevaba encima, me llegaba a tomar una copa de vino y a la mierda la relación profesional, cordial y british; iba a terminar discutiendo la soberanía británica sobre las Islas Malvinas, el gol con la mano, o cantando: “I aaaaaaaaam the Antichriiiiiiiiiiiist!!! ¡¡¡Vaaaamoooo, canten puuuuutooooos!!!” arriba de una mesa, para malestar de mis educados anfitriones.

Soy un tipo de mundo y entrenado para estas cosas, por lo que mi estómago se las ingenió para mantener el almuerzo atrapado en su lugar, por lo menos hasta que regresé al hotel.

Creo que me quedé dormido vestido.

Al día siguiente me desperté a las siete de la mañana (hora local, las 16:345AM GMT-64 según mi enloquecido reloj biológico, para desayunar en mi mismo hotel con mis anfitriones, que lucían frescos como lechugas inglesas. Yo tenía una mezcla de sueño y una especie de resaca hepato-gastro-cerebro-testicular como para justificar unos cuantos transplantes. Para colmo, yo, cuando me levanto normalmente, aún después de haber dormido bien y en mi cama, soy incapaz de enhebrar una conversación coherente ni con mí mismo. Imaginate, querido diario, la obligación de tener que sonreír educadamente ante el entusiasmo hospitalario de mis anfitriones, que me ametrallaban a preguntas de cortesía: “Did you sleep well, my friend?”, “Is your room comfortable enough, Marcelo?”, “Do you want orange juice with your English breakfast consistenting en pork salchich, fritted eggs, potatoes, porots, tea, tostads, mermelad, mondong and morcill?”, porque eso es lo que desayunan estos indígenas subdesarrollados, así les va en la vida.

Luego del desayuno, y después de haberme disculpado para regresar por un instante en mi habitación y practicarme un lavaje de estómago de emergencia, me subí al auto de mis chaperones y me dirigí a sus oficinas, en la cercana ciudad de Langley. Durante el viaje, y cada tanto, procuraba meter un “yes” de tanto en tanto, como para justificar mi paga.

Como pude, logré desempeñarme dignamente durante el resto del día, para luego escaparme a cenar solo con mi alma en el pub The Griffin, donde probé una deliciosa sidra Bulmers (yo no tomo cerveza; afortunadamente, estos ñatos también toman sidra, y a mí me encanta la sidra). Volví al hotel y me zambullí en la cama, quedándome dormido mientras estaba en el aire, antes de caer sobre las sábanas.

El martes me desperté a las seis de la mañana ya bastante bien, bastaaaante bien. Casi repuesto, diría yo. Pero ahí estaban mis secuestr… mis anfitriones para llevarme a desayunar a OTRO lugar, pero con un menú bastante similar al del día anterior: carne, papas, tomate, café, porotos, salchichas, jugo de blackcurrant, omelette y dulce de grosellas. Yo traté de explicarles que allá en el nuevo mundo a eso lo llamábamos “almuerzo”. O “asco”. Pero no me entendieron bien, se nota.

Por la tarde tuvimos una reunión en el pueblo de Hermitage, algo alejado de la ciudad, en medio de un bosquecito de lo más bonito. En la casa en la que se desarrollaba la reunión nos recibió una pareja muy amable, que nos convidó un té exquisito, con scones y esas porquerías ricas. Yo prestaba atención, con mirada alerta, a ver cuándo me enchufaban un salchichón con mermelada, un mondongo con crema pastelera o algo así, pero no. Era té con scones y petifuá. Ya me empezaba a gustar, la cosa. Ah, a la vuelta pasamos por la casa de George Michael.

Esa noche me fui a cenar con uno de mis inglesitos a la ciudad de Windsor, al oeste. Sí, la del castillito, sí.





El miércoles estuvo más calmada la cosa, y yo ya estaba totalmente adaptado al nuevo horario, al nuevo idioma y a la nueva dieta de embutidos, papa y jalea de membrillo, así que me lo tomé más con soda. Tuve una reunión en algún lugar que terminaba en “shire”, “on-Thames” o “bury”, y en el camino pasamos por la puerta de la casa del finado George Harrison. A la noche fuimos a cenar a un restorán escocés y me morfé el salmón ahumado más sabroso que he probado en mi vida.

Hoy me anticipé y antes de que vinieran a buscarme al hotel, me mandé para el supermercado de acá enfrente y me compré unas medialunas (o su equivalente británico). Me tomé un café de máquina y cuando llegaron mis captores para ofrecerme ir a desayunar butifarra con pasta de maní dije que gracias, que ya había already breakfasted.

A las 6 de la tarde volví al hotel, dispuesto a comer alguna boludez y zamparme una sidrita comprada en el minisuper. Entro al hotel y había mucho movimiento. El conserje me explica que había una fiesta, sir, y que disculpe el barullo, sir, porque el hotel había comprado un crucero, sir, y lo botaban ahí mismo, en la bajadita que hotel tiene hacia el Támesis. Y que por favor asistiera y que contaban con mi presencia, sir.

Con lo que NO contaban estos giles, es con la capacidad estomacal de un argentino en una fiesta que le viene de arriba, en la que había canilla libre de vino francés, langosta, ostras, y esas pelotudeces que te sirven en cucharita de porcelana o en vasitos de shot. Me cobré, en especies, al menos una de las dos Malvinas; la Soledad o la otra, que no me acuerdo cómo se llama. Todo mientras caminaba lo más señorialmente por la orillita del Támesis, entre los cisnes, al son de la música de una banda que tocaba en vivo temas de los años 20 y mientras las ostras, en mis abultados bolsillos, hacían clac clac clac clac clac clac…



Bueno, querido diario. Ahora te dejo por un rato. Mañana me voy a laburar y después tengo un programa de lo más interesante, que no te puedo contar ahora, porque se quema. Si todo sale bien, habrá alguna que otra foto interesante. Y alguna anécdota más interesante que este simple detalle de la ingesta de porquerías varias.

Después, el lunes empiezan mis vacaciones. Me voy a Londres por unos días, y de allí a Madrid, y después a Roma. Ya escribiremos en más detalle.

Cambio y fuera. Hasta más ver.

30 comentarios:

Anónimo dijo...

Se vé que la camara tenía el mismo rollo de cuando estuvo en terapia intensiva y había que terminarlo, no?

Victoria dijo...

ay bolud...digo sir, que manera de shorar de risa...como en los mejores tiempos.

uste deberia viajar mas seguido...

me mató la foto final.
fiel reflejo de una trajinada estadia. eso si, la webcam de su laptop perdió el foco jugando al truco.

pasela bien. y siga escribiendo, por favor. acá le leemos.

besos

Esteban dijo...

que manera de reirme, por dios. gracias, me vino bien.

Anónimo dijo...

Era hora que salieras en alguna foto Sir Lacanna, ya pensabamos que era todo un verso el tema del viaje... aunque pensandolo bien ni se ve bien tu cara ni se ve paisaje londinense...
Queremos fotos de tu cara firmando el paredón de la casa de Freddy Mercury.

Disfruta mucho el viaje y a no empacharse, que en madrid te esperan las tapas.

JAVIER SORIA dijo...

Hey marcelito, que grande master! digo, sir, ya habia visto algunas fotos tuyas en el facebook, estan buenas, ya te dije que grabes bien el pendrive para que despues lo pongas a la venta para disfrutar de ese viaje que te estas mandando. yo de seguro te lo compro, sobre todo por el momento del desayuno, calculo que debe ser brutal eso...
saludos y cuidese

Paco dijo...

¿Por qué no confío en la posibilidad de una segunda parte?

Falsas prome-eesaaaaaass!! (Te lo escribí cantado)

Anís dijo...

Me gustó mucho lo de: "“shire”, “on-Thames” o “bury”"
si hubieras estado más al este también podría haber sido "by Sea"

María dijo...

( léase con voz de tía) Ay,nene... comé más, pordios! Olvidate del cafecito de máquina y las mediaslunas trasngénicas! entrale a los porotos con chutney y al mondongo con dulce de leche!
Estás muy flaquito!

Sergio dijo...

Espectacular, disfrutelo mientras su sistema digestivo aguante.....

Anónimo dijo...

El post me encantó, me morí de risa.
Pero no podía ser de otra manera, me mató el detalle de la ultima foto de los patos.

:D

Maximus dijo...

A miercoles, como te hacen desayunar! No como en mi oficina, tomando matecito amargo, con riiiicas facturas, con dulce de leche y todas esas cosas que no se comparan con la salchicha con grosellas y porotos.

La foto de los patos dandole a la murra es un mensaje subliminal?

Paco dijo...

La foto de los patos significa que está cagando como pata embarazada.

JuanRa Diablo dijo...

Juaaas!!! Genial este brittish-diary, Lacanna. Ha sido como viajar y empacharse al mismo tiempo de esos breakfastes que se endosan por allá, con mucho bacon y jarabe de grosella.
A los sires de las Inglaterras debe explicarles alguien de una vez que primero se desayuna, que semejantes almuerzos nada más levantarse debe ser algo malo malísimo.

Huya de raptores and go on contando.

JuliánFayolle dijo...

Todo muuuy lindo.
Pero esa escenografía es ideal para una aventura detectivesca. Trate de que alguien anónimo asesine a alguien y métase en el papel de Yerlocjolm (así, en argentino).
De última, si nadie se anima a matar a otro, tome coraje y reviva en su propia piel las aventuras de Yac de riper.
Digo, como para aprovechar el viaje al 100%.

Obelisco Enforrado dijo...

Pra la vuelta, tenga cuidado en el aeropuerto de Ezeiza que el reemplazo de la srta. Telpuk puede ser mucho más severo en las requisas; Seria triste verlo en la tapa de Crónica con una campera en la cabeza y dos uniformados tomándolo de los brazos.

el hermano de lacanna dijo...

bueno marce, se ve que todo el mundo protesta por tus fotos que parecen haber sido sacadas de Corbis o algún banco de fotos de poca monta. Esas postales no lo conmueven a nadie. Ahora la arreglaste un poco poniendo un poco de argumento a las pics, pero falta vida... falta carne.
Así que me tomé el atrevimiento de postear las verdaderas fotos de tu viaje.
O empezás a cederle la cámara a cuanto inglés pase por la calle para que te tome retratado o voy a seguir con esta muestra de The Tourist Marcelo. Tamo?

http://www.tifosisdelrey.com.ar/images/opt/1.jpg

http://www.tifosisdelrey.com.ar/images/opt/2.jpg

http://www.tifosisdelrey.com.ar/images/opt/3.jpg

http://www.tifosisdelrey.com.ar/images/opt/4.jpg

http://www.tifosisdelrey.com.ar/images/opt/5.jpg

http://www.tifosisdelrey.com.ar/images/opt/6.jpg

http://www.tifosisdelrey.com.ar/images/opt/7.jpg

http://www.tifosisdelrey.com.ar/images/opt/8.jpg

http://www.tifosisdelrey.com.ar/images/opt/9.jpg

http://www.tifosisdelrey.com.ar/images/opt/10.jpg

http://www.tifosisdelrey.com.ar/images/opt/11.jpg

http://www.tifosisdelrey.com.ar/images/opt/12.jpg

http://www.tifosisdelrey.com.ar/images/opt/13.jpg

seguiremos informando...

JuliánFayolle dijo...

¡Buenísimas las fotos verdaderas!
Parece "Buscando a Wally", pero fácil.

Victoria dijo...

jajajajajajajajajaja...

demasiado colorado para las nubes inglesas...o es verguenza nomas?

LALE dijo...

O sea... fuiste a manducar a dos manos, básicamente...

"Me cobré, en especies, al menos una de las dos Malvinas; diario de un argentino allá".

Ése es el título de tu próximo libro. Después te paso la dire para que me mandés el cheque.

Sergio dijo...

"Con lo que NO contaban estos giles, es con la capacidad estomacal de un argentino en una fiesta que le viene de arriba"
ORGULLOSO DE SER ARGENTINO CARAJO !

2 cosas nada mas:
1 Me hiciste dar hambre y como es obvio que no tengo acceso a el mejor salmón ahumado británico, me voy a conformar con un poco de pollo que sobro anoche.
2 Estoy INTRIGADISIMO sobre el trabajo que fuiste a hacer alla, de cualquier forma...SOS ROCK!

Un saludo ML, que disfrute de su estadía en el viejo mundo!

Anónimo dijo...

http://www.linkedin.com/pub/marcelo-lacanna/6/115/686

Para todo aquellos intrigados sobre las actividades del dueño del coso... por lo menos, las legales.

el hermano de lacanna dijo...

bue... esa es la manera en la cual linkedin camufla a los que se hacen cargar carne en barra por popa de manera profesional. Debería aclarar que es act/psv, acepta viajes/ bilingüe / tarjetas de crédito / las 24hs menos domingos / zona caballito.

Anónimo dijo...

me mate de la risa!
sobretodo por ser una argentina viviendo en Inglaterra :)

Manuel Rodríguez dijo...

Jun 12th: descubro el blog de Sir Marcel The Policce...: ¿de qué planeta vine...?
Mil disculpas, Ai apoloyaiz.
Justo justo con esto, que me trae al balero mi propio viaje, en el año 1981, a los 16.
Tengo fotos parecidas, incluída la última, con castillitos, patitos y demás, pero el morfi, ni cerca.
Pizza y Mc Donald´s, Wimpy´s, fideos, etc., así que considérese un privilegiado, mister.
Muy bueno el blog. Siga disfrutando, hasta que Dios o el empacho lo permitan.

Juannn dijo...

Que buen viaje te estás pegando! Me alegro mucho.

Ahora, con todo respeto, pero eso de

“pasamos por la casa de George Michael”

seguido de

“fui a cenar con uno de mis inglesitos...”

No suena un poco...



Aterciopelado?



“Mondong y Morcill”. La Patria te saluda Lacanna.

Abrazo.

Anónimo dijo...

Continuando con el comentario del hermano de Lacanna al comentario que este anónimo oportunamente efectuara, creo conveniente señalar que la zona de actividad del dueño del coso se ha - según se desprende del remitente de las postales de viaje - extendido más allá de las fronteras del porteño barrio (siempre quise decir "porteño barrio") de Caballito.

Aerwyn dijo...

Que grande Marcelo!!!

Me alegra leerlo, me mori de la risa XD

Espero escriba pronto... y tambien espero que su sistema digestivo aguante... jajaja

Chau, y siga disfrutando!

Bar dijo...

Marcelo, hace poco te leo (sabia recomendación de mi hermana) y me haces descostillar de la risa... GRACIAS.

Dicho eso, paso a preguntar un par de cosas de las fotos: las líneas del blancas del pavimento, todas torcidas, se deben a una ingesta desmedida de Sidra por parte de los pintores? o tenés una explicación válida? me llamaron MUCHO la atención...

La casa de techito verde (en la que te borraste con photoshop de la chimenea) está torcida? es que me está pegando es astigmatismo? la sacaste desde un auto en movimiento? o es simplemente una ilusión óptica??

Y una más, que no es de las fotos, la Sidra, es la sidra de acá? la Real, digamos? a eso se le dice sidra? Porque nunca supe, y ya que lo tengo a mano, le pregunto...

Perdón por los cuestionamientos, al menos no fueron existenciales, vio?

A su hermano, un saludo, que no lo conozco pero demuestra que el humor corre en la familia y se lo festejo!

Y así, sin más, continúo trabajando, que seguramente acá piensan que estoy escribiendo un mail solicitando un presupuesto de algo...

Siga disfrutando y escribiendo! (yo intentaré dejar de tratarte de vos y de usted en el mismo comment).

Bar

tequesta dijo...

hace unos días que no paso por acá y me encuentro con toooodos los posts del viaje ... la puta madre
espero que los otros me hagan reir tanto como este, hacía rato que no me reía tanto!!!!

suerte !!!


y "Sir Marcel The Policce", está mooooooooooooooooooiiiii biennnnnnnnnn

Anónimo dijo...

Your blog keeps getting better and better! Your older articles are not as good as newer ones you have a lot more creativity and originality now keep it up!