EXPERIMENTO PERSONAL CON EL TIEMPO: INTENTAR HABLAR DE LA NOCHE DEL VIERNES PASADO SIN EMOCIONARME Y SIN FANFARRONEAR

A ver, antes de que esto se me vaya de las manos.

Por un lado arranqué la semana laboral con el pie izquierdo, pero como si fuera el pie izquierdo de otro, mucho más incapaz que yo. Hoy es viernes y siento que fuera viernes, pero de la semana que viene.

Por otro lado, cierto es que el viernes pasado se celebró la Reunión Salieri, o (para no ser tan sectarios, porque hubo algunos "independientes") la reunión-de-cierta-gente-que-lee-este-coso-excepto-mi-mamá-que-tenía-la-entrada-prohibida".

Así que, entre los que esperan que yo haga alguna declaración al respecto; entre los que prefieren que no diga ni mu; entre los que no pudieron (o no se animaron a) venir y están ahora rasgándose las vestiduras porque creen haberse perdido lo más entretenido desde el año 41DC en que murió Calígula; entre que los que están publicando por ahí fotos comprometedoras y entre los ineptos de mis abogados que todavía no han podido hacer nada para evitar la publicación de esas fotos y la encarcelación de los responsables, medio como que se está armando una bola de nieve...

"Lacanna no publica nada sobre la reunión porque está en pedo desde el viernes a la noche".

"Lacanna está todavía enfiestado con el 75% de las señoritas que concurrieron a la reunión."

"Lacanna en realidad armó la reunión para hacer -en secreto- la nota ésa que salió el otro día en Clarín sobre los bloggers que se juntan. Lacanna nos traicionó en favor de las grandes corporaciones."

"Lacanna no publica nada sobre la reunión porque está en pedo desde el viernes a la noche".

"Lacanna no publica nada sobre la reunión porque está en ped..." Bueno, ya está bien.

Así que vamos aclarar algunos tantos, vamos a desmitificar un poco la cosa, vamos a contar algunas cositas, y vamos a hacerles calenchu y chiva-chiva a los que no vinieron.

Vamos por partes:

1) A los que no vinieron: no saben lo que se perdieron.

2) A los que no vinieron (sí, otra vez): no sé (yo) lo que se perdieron. A lo mejor no se perdieron nada. Yo ni siquiera sé qué perdieron los que sí vinieron, o qué ganaron. Por algunos mails que recibí y por algunos comentarios que entraron al coso, parece que nadie perdió nada (más allá de una pequeña rencilla por una diferencia de dinero que ahora no viene al caso). Más bien parecería que muchos hasta terminaron contentos. Dicen haberla pasado bien. Yo no sé muy bien qué esperaban encontrar. Como bien le dije a alguien antes del evento, yo no sabía muy bien qué cosa era una reunión Salieri, pero que yo no tenía nada que perder. Los que seguro iban a perder eran los demás asistentes, porque yo -lo advertí- iba a ser una gran decepción. Ni soy gracioso hablando, ni soy de contar chistes de loros, ni hago trucos de magia, ni nada. El único que podía ganar ahí era yo. Y gané mucho.

3) Gané el haber conocido personalmente a gente que superó cualquier mínima expectativa que yo pudiera haber tenido de antemano ("por cómo escribe, este tipo debe ser buen tipo", "por cómo escribe, esta mina debe ser piola piola", "por cómo escribe, esta mina debe estar buena buena", y cosas así). No voy a hacer ningún comentario individual ni voy a calificar o adjetivar a ninguno de los que asistieron al evento. Ni sobre la Zorra, ni sobre María, ni sobre Ana3086, ni sobre Caro, ni sobre Naty, ni sobre Juannn, ni sobre Nennella, ni sobre Fender, ni sobre Cassandra, ni sobre el Vasco, ni sobre Romy, ni nada sobre Chinita Jodida, ni sobre Máximus... Nada. Pero, ¡la puta madre! ¡Qué grupete! ¡Qué calidad! ¡Qué material humano!

4) En unas pocas horas se habló de mi vida, de la de los demás, de humorismo, de otros blogs, de tetas, de Podeti, de lo buena que está Fulana (esto en voz baja, señalando a la otra punta de la mesa), de literatura, de Bon Jovi, de que Fulana está -efectivamente- requetebuena, de Dolina, de mi mamá, de mi hermano y de "¿Mengana, qué me decís de Mengana, eh?".

5) Yo NO estaba en pedo. Ni llegué en pedo, ni me puse en pedo, ni me fui en pedo. Había cenado con agua mineral con gas, y a lo largo de las 4 ó 5 horas que duró la reunión me habré tomado tres whiskies y tres botellitas de agua mineral. Las fotos engañan. Está claro que ciertas fotos que clandestinamente circulan por ahí sugieren que yo tenía la entereza psicofísica de Amy Winehouse en un mal día, o la claridad mental del Pity Alvarez, pero no. Lo mío es un problema de antifotogeniquitis. Una cámara me apunta y yo entrecierro los ojos, miro para cualquier lado (a veces, con un ojo apuntando a un lado y otro a un lado distinto), hago una mueca y salgo con el charme y la galanura de un occiso. Las pruebas son: a) Todas las acusaciones de ebriedad provienen de personas que estuvieron ausentes en la velada, seguramente por resentimiento; b) Ninguno de los presentes comentó que yo caminaba haciendo eses o que me llevaba las cosas por delante (salvo una lámpara, pero eso fue de puro torpe); y c) Mi vieja me llamó al día siguiente y no me dijo: "¿No te da vergüenza, presentarte arruinado a la reunión?", ni nada. Incluso le aclaré: "Mirá que hay ciertas fotos que son engaños...", a lo que me respondió: "Ya las vi; vos siempre salís para la mierda en las fotos".

6) Como ya dije, yo no sabía qué me iba a encontrar. Pero menos sabía yo que iba a encontrar tanto. Lo digo en serio. Mencionar sólo una parte de lo que encontré sería fanfarronería.

7) Fui muy feliz.

8) Muy.

9) (Nota mental: Nunca en la puta vida volver a dejar desatendidos mis anteojos o mi teléfono celular en presencia de un grupo de mujeres extrovertidas que escriben zafadurías en Internet. O dejar el celular grabando video).

10) Que la cosa se repita.

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Seguramente (pero a esta altura del partido no tengo el nivel de credibilidad suficiente como para prometer nada) volveremos a escribir antes de la noche. Pero, por las dudas, feliz día del amigo. Especialmente a vos, a vos, a vos, a vos, a vos, a vos, a vos, a vos, a vos, a vos, a vos, a vos, a vos, a vos, a vos...